Hace unos días escribí esto pensando que había que cambiar la perspectiva de la CTI en nuestro país.
Recientemente se ha visto cómo en el país se ha presentado un debate en relación con la distribución de regalías, especialmente en lo que se refiere a aquellas destinadas a la ciencia y la tecnología. Y es que la comunidad científica se pregunta con alguna razón, si se justifica que ciertas áreas del país reciban grandes cantidades de dinero, cuando su producción científica es sumamente reducida o inexistente.
Es un poco triste esta reflexión, pues demuestra cómo el
país se mantiene en la lógica del centro y la periferia que ha sumido a
nuestros territorios en una violencia ilimitada con casi 150 años de
antigüedad, si no más. Porque esa peregrina idea de que la guerra tiene apenas
50 años en nuestro país, es olvidar toda la violencia del siglo XIX y toda la
violencia de principios de siglo XX, la de los años 30’s y 40’s, y bueno… parte
de esa violencia se debe a la concentración de poder dentro de los límites del
centro del país.
Las regalías han sido un mecanismo que pretende romper de cierta manera con ese prejuicio histórico, pero ha generado consecuencias funestas que se dejan ver en grandes construcciones inútiles en pequeños pueblos o enormes desfalcos a las finanzas territoriales por la entrada de una cantidad de dinero que las administraciones no siempre saben o pueden manejar.
El mismo riesgo sucede con la ciencia y la tecnología, se deja en manos de los territorios la destinación de recursos con el apoyo de Colciencias, para promover estos campos. Bogotá levanta la mano desde la ciencia y señala que en su territorio existen ¿? muchos grupos de investigación en comparación con los que existen en departamentos que reciben esos dineros. Quizá es la oportunidad para departamentos como el Tolima de re-significar el manejo de regalías en el país. Seducir con recursos la investigación científica y salirse de la mentalidad regional para proyectarse hacia lo nacional y lo global, para que de esta manera, científicos de alto nivel del Tolima o de cualquier parte, encuentren espacios de desarrollo de sus actividades, apalancados por instituciones serias, lo que a su vez permita la transferencia de conocimiento para la producción originaria en la riqueza intelectual de la región.
Ya es hora de dejar de esperar la producción científica de otros países, de otras regiones. Es hora de establecer procesos de largo plazo en que se afinque la capacidad creadora con investigación de base y aplicada de manera que se nutra constantemente el desarrollo de las actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I).
No hace mucho, Icontec adoptó normas de gestión para la I+D+I, (NTC 5800, 5801, 5802:2008) estas normas (similares a las de gestión de la calidad) pretenden que estos procesos sean adecuadamente administrados de manera que se obtenga un óptimo aprovechamiento de la actividad, reduciendo los niveles de incertidumbre que usualmente generan los procesos inventivos cuando no son correctamente administrados.
Es decir, existen las herramientas, existe el dinero, existe la capacidad y sobre todo la oportunidad.
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